Bioprana prueba un cóctel de microorganismos que aportaría «mayor bienestar a los peces y reduciría el uso de antibióticos»
Una empresa gallega prueba en la acuicultura soluciones biotecnológicas de la agroindustria en el tratamiento y gestión de materia orgánica. «Se trata de un cóctel de microorganismos que transforma los procesos de putrefacción en procesos de fermentación, lo que mejora la calidad del agua, además de reducir el impacto ambiental y la proliferación de enfermedades», explica Carla Salazar, cofundadora de Bioprana, con sede en Nigrán (Pontevedra) y matriz del proyecto Blue Bioprana, impulsado por la iniciativa Sherpa do Mar, liderada por la Universidade de Vigo y emarcada en el programa Interreg, que financia el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder).
Desde Sherpa do Mar añaden en un comunicado que la biosolución «no solo se traduciría en un mayor bienestar para los peces de la industria acuícola, también reduciría el uso de antibióticos en los procesos de producción de las piscifactorías». Además, detalla Salazar, «estas aguas tratadas con microorganismos beneficiosos podrían reutilizarse incluso en el sector agrícola, lo que favorece un modelo de economía circular, aumentando la rentabilidad de las explotaciones».
A través de Sherpa do Mar, Bioprana ha podido establecer contactos con la empresa Riasearch, especializada en ensayos experimentales en el entorno acuícola, con la que están testando el cóctel. Salazar y el biotecnólogo Jesús González, copromotor del proyecto, consideran que en tres meses la biosolución podría estar preparada para lanzar al mercado. Y aseguran que su aplicación en el futuro será cada vez más necesaria por el aumento de las restricciones impuestas por la UE en el uso de pesticidas e insumos químicos.
En el año 2020, Blue Bioprana puso en marcha un laboratorio de I+D+i en Nigrán, germen de la transferencia de sus biosoluciones del sector agroindustrial a la economía azul. Gracias al programa Sherpa do Mar, su iniciativa ha sido seleccionada en el proyecto europeo FANBEST para favorecer la aplicación de tecnología de la economía azul a las pymes. Así esperan poder emplear este sistema de tratamiento de aguas residuales en depuradoras para medir la huella de carbono que generan el sector acuícola y el agroindustrial, con el fin de reducir su impacto con un modelo de economía circular.