Mestrelab Research acaba de cumplir 16 años en el mercado y tienen ventas en 118 países.
Mestrelab comenzó a funcionar en el 2004 y en su sede del barrio de Santa Marta se aproxima al medio centenar de empleos, afirma Santi Domínguez, uno de sus socios fundadores y presidente del consejo de administración. Esta empresa «desarrolla software científico desde Santiago de Compostela, estando sus productos implantados globalmente. Su software para análisis de espectros RMN, Mnova, es usado ampliamente en los equipos de I+D de todo el sector biotecnológico, siendo reconocido por su capacidad en la elucidación de nuevas estructuras e identificación de moléculas de interés farmacológico. Mnova es la solución número uno a nivel mundial habiendo superado en 2018 los 150,000 usuarios altamente especializados, con ventas de licencias en un total de 118 países». Así presenta a esta firma compostelana el Clúster Tecnolóxico Empresarial das Ciencias da Vida de Galicia (Bioga), al que pertenece.
-¿Qué destaca de esta etapa inicial y de consolidación de la empresa?
-Acabamos de cumplir 16 años. Y, aparte de más del 90% de las mejores universidades del mundo y de muchos laboratorios de I+D farmacéutica y biotecnológica, como Novartis, Genentech, Pfizer, GSK, Gilead y otros, todas las empresas que han desarrollado las vacunas del covid-19 usan nuestro software, dado que entre nuestros clientes están Pfizer, BioNTech, AstraZeneca y Moderna Therapeutics.
-¿Cómo han conseguido una proyección internacional tan amplia?
– Estamos globalizados, realmente lo estuvimos desde el principio; nos internacionalizamos desde el primer momento. De hecho, nuestras primeras ventas no fueron en España, sino fuera; la primera de todas a una universidad sueca; después le vendimos software en Estados Unidos al Instituto Tecnológico de Massachusetts, a las universidades de Harvard, Yale, y otras. Y lo mismo con empresas.
-¿Cómo ha incrementado la empresa la plantilla?
-Comenzamos con la idea de la empresa dos personas con dos portátiles y ahora estamos a punto de llegar a 50 trabajadores en plantilla. Empezamos un poco antes de que existieran las incubadoras que funcionan ahora y acabamos teniendo nuestras propias instalaciones, en Santa Marta
-¿Cuál es la clave para mantenerse en un sector como este?
-Creo que son necesarias dos cosas principalmente. Primero, tener un producto, que esté basado en las necesidades del mercado; nosotros estuvimos siempre muy enfocados al mercado
-¿Cuál es su mercado?
-Nuestro mercado son sobre todo empresas de investigación farmacéuticas y biotecnológicas y orientamos mucho el producto a lo que demandan. Y lo segundo es promover mucha actividad comercial.
-¿Cómo promueve la actividad comercial?
-Este último año ha sido un poco complicado, por las consecuencias de la pandemia; pero en nuestra empresa llevamos muchos años asistiendo a congresos, ferias, exposiciones y otros eventos para promover nuestros productos y ver lo que interesa a las empresas. Ahora tenemos ocho personas dedicadas directamente a ventas, tres de ellas orientadas a Estados Unidos, una en el Reino Unido y otra en Japón.
-¿Es una ventaja o un inconveniente que un empresa así esté radicada en Santiago?
– Santiago tiene ventajas e inconvenientes. Hacen falta mejores conexiones internacionales, no es el sitio mejor para establecer contactos con clientes. Pero en Santiago puedes tener personal de muy alta cualificación, bien formado en las universidades gallegas en ciencias de la vida. Además, somos muy competitivos en Galicia y eso es otra ventaja.
-¿En qué y cómo somos muy competitivos en Galicia?
– No es lo mismo el nivel de vida en Santiago que en Boston, pongamos por caso. Lo que aquí pierdes en el acceso al mercado lo ganas en competitividad y en las oportunidades de poder contar con el mejor personal, y además la posibilidad también de conseguir la retención del mejor personal.
-¿Retienen personal en Mestrelab Research?
-Si que retenemos, profesionales que empezaron con nosotros en el 2005 continúan en Mestrelab.
-¿Ve futuro a este sector en Santiago?
-Creo que si; en biotecnología están surgiendo muchas cosas en Galicia, como lo demuestra el que ya hay un número importante de empresas asociadas a Bioga. Galicia tiene mucha tradición en ciencias de la vida y con la calidad de las universidades lo veo como uno de los sectores con más futuro de la economía gallega. Este sector en Galicia atraviesa un momento muy importante , tiene apoyo y lo veo con un gran potencial.
Actividades y productos para servicios, salud o alimentación
Mestrelab Research, la empresa que dirige Santi Domínguez, comercializa Software. Está entre las firmas que funcionan en Santiago dedicadas a ofrecer servicios, asesoramiento, trabajos de consultoría o análisis de calidad. La biotecnología opera en los ámbitos agroalimentario, farmacéutico, medioambiental, químico, salud, investigación o cosmética.
La mayoría en Santiago se orientan al campo de la producción de fármacos o nuevas tecnologías para la medicina personalizada. Se trabaja en alternativas para la mejora de la eficacia de la quimioterapia y otras alternativas para tratar el cáncer, en producir detectores de radiación para uso médico e industrial, en la fabricación de productos químicos orgánicos, en acelerar el diagnóstico de trastornos de base genética o en el cuidado de la visión y la salud ocular
También en la producción y comercialización de extractos de origen natural para su uso en la salud, cuidado personal, cosmética, alimentario y nutracéutico; la producción de biomateriales o uso de la impresión 3D para la regeneración ósea. Una de las firmas se presenta como un laboratorio dermatológico dedicado al desarrollo de productos formulados a base de aceites ozonizados para el cuidado de la piel.
Hay empresas dedicadas a la fabricación y comercialización de extractos de algas, a la fabricación de quesos de tetilla y Arzúa Ulloa y valorización del suero de la leche, a la biotecnología vegetal para mejorar plantas hortofrutícolas, a la preparación y comercialización a granel de leche, suero, manteca y mantequillas, o a la valorización de subproductos como agua de regadío, biogás o biopolímeros. El control de plagas y la prevención de enfermedades en cultivos, o la producción de biogás (propano) son otras actividades en la comarca.