La compañía investiga dos medicamentos para el papiloma y el Alzheimer.
En Pontevedra está surgiendo una nueva fórmula de acercarse a las ciencias de la salud. A escasos kilómetros de la capital se encuentra Hifas, una empresa que trabaja con setas y hongos para fabricar productos nutracéuticos y que ahora también están desarrollando ensayos preclínicos para comercializar medicamentos. Su nacimiento se produjo hace unos años, pero es ahora cuando esta compañía busca conquistar más mercados.
Bajo un catálogo variado de productos que comercializa hoy en día, Hifas destaca por dos: Micomama y Mico-digest. Ambos tienen una función de mejora dentro del cuadro oncológico (el primero para el cáncer de mama y el segundo para los digestivos) y de fortalecimiento del sistema inmune, muy deteriorado entre las personas que padecen tumores. Pero este es el inicio para buscar algo grande: dar el salto al sector farmacéutico con dos medicamentos.
El primero de ellos busca el tratamiento del Virus del Papiloma Humano. «Se iniciarán de forma gradual, empezará como medical device y tendrá un presupuesto de cinco millones de euros», dice Tomás Casquero, CEO de la compañía.
El segundo es un medicamento contra el Alzheimer. Este proyecto, que ya se prueba en humanos (40 pacientes reclutados) es una colaboración con Algamar (otra compañía gallega) y la Fundación Foltra. Hifas pone el hongo Melena de León, mientras que la segunda aporta algas para el desarrollo.
En 2020 facturaron 14 millones de euros y ahora buscan una ampliación de capital
Escuchar la historia de Hifas retrotrae el nacimiento de PharmaMar. La compañía que dirige Fernández Sousa-Faro nació hace unas décadas con el objetivo de buscar soluciones al cáncer bajo el mar. Hoy, es una de las cotizadas del Ibex, con un producto muy consolidado (Yondelis), otro comenzando ahora su recorrido comercial (Zepzelca) y una promesa contra el coronavirus (aplidina).
Pero Hifas tiene camino por delante. Durante el año 2020 facturaron 14 millones de euros. Sus cuentas revelan sus pretensiones de crecimiento: de sus beneficios destinan el 63% a I+D. Además, cuentan con subvenciones de la Xunta de Galicia, también del CDTI y de fondos europeos. Ahora apuntan a entrar en el mercado de Estados Unidos, algo que se plantean para finales de este año o principios de 2022.
Pero la compañía, de origen familiar (solo tiene un inversor foráneo ahora mismo con el 3,5%), quiere abrirse a una fórmula más abierta. Hifas prepara una ampliación de capital que les ayude también al costoso proceso de convertir en medicamentos sus ensayos para el Virus del Papiloma Humano y el Alzheimer. «Confiamos en conseguir socios en las grandes farmacéuticas, pero también en los fondos de capital privado. Hay varios interesados ya», añade Casquero.
Sin embargo, esa ampliación de capital no se verá en 2021. En estos momentos se están produciendo reuniones preliminares para mostrar los proyectos y no será hasta el año que viene cuando comiencen a cerrarse las colaboraciones.
Varias ramas de negocio
Si el futuro de los dos medicamentos puede cambiar el futuro de Hifas, también hay que tener en cuenta que no es la única línea de investigación médica, ni siquiera la única rama de negocio. La empresa trabaja en saluid cardiovascular, enfermedades autoinmunes e incluso en oncología.
También disponen de una vertiente alimentaria. Desde la comercialización de setas deshidratadas hasta chocolate, según revela el CEO de la compañía. Mañana, harán una presentación de gala en Madrid para salir de su ámbito regional y dar a conocer todos los proyectos en los que están inmersos y que están leyendo en estas líneas. «Hifas da Terra (HdT) es un centro de biotecnología centrado en la investigación y la innovación con un alto grado de especialización en el desarrollo de nutracéuticos a partir de hongos medicinales. Este know-how, basado en una dilatada experiencia en torno a las aplicaciones de la Micología a la salud (Micoterapia), es propiedad intelectual de Hifas da Terra y tiene un alto valor económico», recuerdan desde la compañía.
El futuro prometedor como compañía farmacéutica nacional de esta empresa está por escribirse, pero los mimbres apuntan alto. Es junto al Grupo Zendal (productores de una de las vacunas contra el coronavirus), una de las sorpresas innovadoras de Galicia y que han sabido sobreponerse al duro varapalo económico del Covid.