Las instalaciones albergan a tres empresas y se mantienen contactos para nuevas incorporaciones
El sector considera que el desarrollo se producirá a medio plazo en base a experiencias similares en otros países europeos
La apuesta de Santiago por el sector biotecnológico a través del Biopolo de A Sionlla no ha experimentado cambios significativos a lo largo del año en forma de incorporación de nuevas empresas, pero desde el sector llaman a tener «paciencia» con el proyecto, al considerar que «es bueno y acabará funcionando». El centro ubicado en el polígono, pensado para ser un enclave de referencia para empresas biotecnológicas e impulsar la reindustrialización de la ciudad y del resto de Galicia, alberga a tres entidades que ocupan un 20% de las instalaciones, por lo que el 80% restante sigue disponible para acoger nuevos proyectos.
«A nosa oficina técnica está traballando e realizando un esforzo importante, pero realidades non temos ningunha máis», señala a este diario el presidente de la Asociación del Área Empresarial del Tambre, José Fernández Alborés. « O proceso é lento porque as empresas teñen que tomar a decisión de meter o seu persoal e traer toda a maquinaria para poñerse a traballar alí», indica Alborés. En el marco de este proceso, apunta que este mes se producirán reuniones con algunas de las entidades que han manifestado interés en instalarse en Santiago.
Demasiadas expectativas
El presidente del Clúster Tecnolóxico Empresarial das Ciencias da Vida de Galicia (Bioga), José Manuel López Vilariño, sostiene que «hay que tener paciencia» y apunta que «el problema está en que había unas expectativas demasiado elevadas de que iba a ser abrir la puerta y llenarse de empresas». Así, llama a tener en cuenta las experiencias similares a nivel europeo, cuya construcción se produjo a medio plazo. « Es un proceso que va a ir ocurriendo poco a poco. El proyecto es bueno y acabará funcionando, simplemente que no es algo que ocurra en tres o seis meses», destaca.
Tanto Alborés como Vilariño coinciden en que el proceso para tomar la decisión de instalarse en un nuevo emplazamiento encierra cierta complejidad. «É un traballo de picar pedra, leva tempo porque son decisións estratéxicas de empresas. Hai un montón de variables que as empresas valoran moito e teñen que pensalo moi ben», afirma Alborés, mientras que el presidente de Bioga ejemplifica que «mudar una empresa no es como mudarse de piso» y la decisión debe coincidir con otros ritmos de la entidad.
Optimismo
En esta línea, los empresarios son optimistas por el interés mostrado por diferentes empresas del sector. Alborés asegura que «estamos contentos porque hai interese de varias empresas, que xa é positivo. Despois temos que conseguilo, convencelos dalgunha maneira e eu espero que si». Hace varios meses se produjeron contactos con empresas de Navarra y México. Otras sociedades de ámbito internacional barajan la opción de montar una sede en España. «¿Por qué no en el biopolo?», se pregunta Vilariño.
Para convertir el enclave de Santiago en un destino más competitivo, el presidente de Bioga cree que se debe avanzar en «definir una serie de servicios comunes que se puedan prestar desde el biopolo para que el edificio no sea solamente un espacio físico», como por ejemplo facilitar el ahorro en equipamientos de laboratorio. «Estamos definiendo qué servicios pueden ser útiles para un amplio espectro de empresas», indica.
La presentación de casos de éxito de las compañías ya instaladas podría ser otro punto a favor. Para Alborés «fai falta que veñan tres ou catro empresas máis e eu creo que sería o disparo. Se hai seis empresas traballando xa, a xente preguntarase por que foron para alí». Además, la posibilidad de colaboración añadiría valor, ya que «si tú tienes una serie de empresas en ese entorno es más fácil establecer lazos comunes», destaca Vilariño.
En definitiva, la apuesta se mantiene y los empresarios se muestran satisfechos también con la implicación de las administraciones. «Tanto a Xunta como o Concello están traballando polo biopolo. Nese aspecto estamos contentos. Sempre se pode pedir máis, pero están totalmente implicados», concluye Alborés.
El Concello y los empresarios renuevan el convenio
El Concello de Santiago aprobó esta semana la firma de un convenio de colaboración con la Asociación Área Empresarial do Tambre (AAET) para el desarrollo del Biopolo de A Sionlla, dotado con 50.000 euros. El objetivo de este convenio, que se suscribe por quinto año consecutivo, es acometer acciones encaminadas al desarrollo del proyecto con el horizonte de procurar su consolidación y la captación de empresas.
La secretaría técnica del proyecto se encargará de impulsar y coordinar actividades que actúen como punto de encuentro de agentes de la ciudad para su industrialización, poniendo en valor las potencialidades de Santiago la Administración autonómica, las empresas y los inversores para alcanzar los recursos necesarios que impulsen la promoción económica de la ciudad.
Captación de proyectos y desarrollo de servicios
Entre los objetivos, destaca la captación de proyectos y el desarrollo de servicios para hacer más atractivo el Biopolo, además de incrementar el conocimiento de la infraestructura a través de la participación en ferias sectoriales, aumentando la presencia en redes sociales o visitando empresas. También, ante la muestra de interés para iniciar una primera etapa de los espacios industriales, se avanzará en la definición de una fórmula colaborativa para la ejecución de esta fase del proyecto.