El sector biotecnológico cuenta con 38 empresas en Santiago y otros cinco municipios del área metropolitana que en el último año emplearon a 250 profesionales y facturaron 50 millones de euros.
Son datos del Clúster Tecnolóxico Empresarial de Ciencias da Vida de Galicia (Bioga), que ha reconocido con cinco de sus seis premios anuales del último bienio a firmas compostelanas: Mestrelab Research, SunRock Biopharma y TraffikGene, de Santiago, en el 2019; y Libera Bio, de Santiago, y Galacteum, de Melide, en el 2020.
«Las empresas más grandes del sector en Galicia, también más veteranas y que generan más empleo y facturación, están en O Porriño, y con la búsqueda de soluciones para combatir la pandemia de la Covid-19 continuarán su crecimiento. En Santiago, la mayor parte de las empresas son emergentes de la Universidade y de la Fundación Instituto de Investigación Sanitaria de Santiago (FIDIS). La mayoría son pequeñas, precisan tiempo para consolidarse y surgen de la transferencia de conocimiento de grupos de investigación», explica Julio Martínez, gestor de proyectos de Bioga.
Solo cuatro de esas empresas son del siglo pasado. Las otras, más recientes: 7 emergieron entre el 2001 y el 2010; 14, entre el 2011 y el 2015; y en el último lustro nacieron una en el 2016, otra en el 2017, dos en el 2018, cuatro en el 2019 y cuatro más el año pasado. Las principales actividades a las que se dedican son el descubrimiento y desarrollo temprano de fármacos, nuevas tecnologías para la medicina personalizada, alimentación funcional y nutracéutica -compuestos o sustancias naturales a los que se atribuye acción terapéutica- para la salud y el envejecimiento activo, además de las tecnologías medioambientales y la economía circular, entre otras.
Caldo de cultivo
«Se está conformando un caldo de cultivo para que dentro de unos años pueda haber un polo importante de empresas ya consolidadas que han surgido de la transferencia de conocimiento desde las universidades y fundaciones biomédicas. Es un perfil empresarial que empieza a crecer y a consolidarse y puede tener un recorrido grande. La Xunta, a través de la Axencia Galega de Innovación, está diseñando la Estrategia de Consolidación de la biotecnología para el período 2021-2025 con la idea de articular todas las acciones que se desarrollen en el sector durante los próximos años y consolidar los buenos resultados obtenidos en la Estrategia de impulso en cuanto a facturación, creación de empresas y generación empleo de calidad que ayude a captar y fijar talento, y a retornar profesionales de fuera de Galicia», agrega Martínez.
Patricia Argerey, directora de la Axencia Galega de Innovación, destaca la previsión de integración del sector alrededor del Polo de Innovación de Biotecnología, que se impulsa en Santiago, en A Sionlla, además de un hub (polo) de innovación digital, DATAlife.
«En la primera fase, para ese polo se van a crear edificios colaborativos para que las empresas tengan un espacio para poder compartir recursos. Y DATAlife ayudará a la transformación digital de estas empresas. Son elementos perfectos y un caldo de cultivo para ser más potentes dentro de unos años y alcanzar proyección e internacionalización», agrega Julio Martínez. La presidenta de Bioga, Carme Pampín, también empresaria de Galchimia, una de las firmas que emergió de la USC y con sede en O Pino, resalta la capacidad de adaptación de este sector a los retos que supuso la pandemia del covid-19. Considera que se va por el buen camino.
La última empresa presentada en la ciudad es FlowReserve, que arranca ligada al servicio de cardiología del Hospital Clínico y que cuenta entre sus promotores con el cardiólogo González Juanatey. Además, Mabel Loza, catedrática de farmacología de la USC, apunta las posibilidades para este sector del programa Cáncer Innova, también del ámbito del descubrimiento temprano de fármacos.